En un espacio donde la educación se ha basado tradicionalmente en el modelo profesor-alumno, la llegada de ChatGPT plantea un dilema como una oportunidad. A menudo, las discusiones sobre educación se enfocan en los métodos de enseñanza en lugar de los resultados finales. La crítica se centra en si los métodos tradicionales, como el uso de pizarras y papel, son obsoletos en una era de tecnología y pantallas brillantes. Sin embargo, la verdadera cuestión radica en medir los resultados educativos.
Jaime Mourão, Gerente General de Stefanini Perú, afima que «La educación está experimentando una transformación sin precedentes en la era digital. ChatGPT es un ejemplo de cómo la inteligencia artificial puede ser un recurso poderoso en el proceso educativo».
Mourão señala que la evaluación del rendimiento laboral se basa en métricas como tareas, KPI o NPS, mientras que, en la educación, los exámenes mensuales y bimestrales son todavía dominantes. Destaca que ChatGPT ofrece un tutor versátil y bien informado capaz de discutir profundamente sobre cualquier tema y sugerir diferentes enfoques. Sin embargo, esto plantea un dilema, ya que desafía el sistema educativo tradicional que depende de la habilidad de los profesores y las condiciones sociales de los alumnos.
«La inteligencia artificial en la educación es un avance que debe abordarse con responsabilidad. ChatGPT representa una herramienta valiosa para el proceso de aprendizaje, pero no debe reemplazar la esencia de la enseñanza, que es la interacción humana», enfatiza Mourão.
Esta dualidad se convierte en una oportunidad para mejorar la educación. Al adoptar nuevas tecnologías y enfoques, podemos superar los desafíos del sistema educativo actual y hacer que la enseñanza sea más eficiente y accesible. Al trabajar juntos y explorar alternativas, podemos transformar la educación en algo más poderoso y significativo.
Abrir el aula a la inteligencia artificial es esencial para una educación que fomente el pensamiento crítico, la creatividad, la colaboración y la comunicación (las 4Cs). La colaboración entre la Escuela de Negocios Saint Paul y Stefanini Scala, que utiliza la IA para aclarar dudas y proporcionar contenido educativo las 24 horas, demuestra cómo la tecnología puede enriquecer la experiencia educativa. Este enfoque no busca reemplazar a los profesores, sino complementar su trabajo y poner al alumno en control de su aprendizaje.
El proyecto, implementado con tecnología IBM Watson, ha demostrado ser efectivo al ofrecer respuestas precisas, identificar fortalezas y debilidades de los estudiantes, y personalizar la experiencia educativa. Además, es democrático al ofrecer una educación de calidad asequible para millones de personas. Este modelo pionero redefine el papel de la educación y cómo la IA puede ser una aliada valiosa en la búsqueda de un mundo más educado y humano.
