Las políticas públicas del Estado buscan incrementar la penetración de la conectividad digital en el Perú, enfocándose en incrementar la banda ancha fija en hogares. Sin embargo, los usuarios en zonas rurales (donde está la mayor brecha de conectividad), ahora emplean más dispositivos móviles en su vida diaria.
Según, Arieh Rohrstock, gerente general de Gilat Perú, considera que las políticas deben orientarse en buscar mecanismos para aumentar la penetración móvil. “La población depende del celular por lo que se debe mejorar la conectividad para usarlo como una herramienta que permita acortar las brechas educativas en zonas rurales aún hay muchas zonas en el país que no tienen cobertura o a lo más la tienen señal 2G, obligando a las personas a perder jornadas para realizar trámites que podrían evitarse con una mejor conectividad. El foco debe estar en aumentar estas señales a 3G y 4G”, añadió.
En base a la experiencia de Gilat Perú, Rohrstock considera que mejorar la conectividad en estas zonas repercutirá de manera veloz en la mejora de los servicios que se ofrecen en colegios, postas médicas y comisarías a nivel nacional, impactando para bien en la población rural.
Zonas rurales del Perú han observado un incremento de conexiones móviles, aumentando de 68.3% a 76% entre 2021 y 2022. Al cierre del año pasado, el 90.4% de hogares peruanos, es decir, 9 de cada 10 hogares, tenían acceso a internet, ya sea fijo o móvil, según la Encuesta Residencial de Inversión Privada en Telecomunicaciones (OSIPTEL).
El Estado podría apalancarse en los operadores móviles, permitiendo que inviertan hasta un 60% de su pago en canon para implementar la infraestructura necesaria para cerrar brechas que impiden el crecimiento del acceso a internet. Rohrstock considera que si el Estado brinda permisos a operadores regionales para ampliar sus redes y coberturas móviles antes de que los proyectos sean aceptados se podría avanzar con la mejora de infraestructura requerida. De esta forma se conseguiría ampliar la cobertura sin costo adicional para el Estado y con inversión privada.
Cabe señalar que el Perú cuenta con una geografía variada que hace difícil el despliegue de infraestructura de telecomunicaciones, especialmente en áreas montañosas y remotas. Adicionalmente, las regulaciones existentes no se han actualizado para reflejar las realidades y necesidades de la era digital. La falta de coordinación entre diferentes entidades gubernamentales puede llevar a redundancias o, incluso, a directrices contradictorias, complicando los esfuerzos de expansión.
Para Arieh Rohrstock, el MTC debe seguir invirtiendo en ampliar la cobertura digital en el país pero enfocándose más en dotar de una velocidad de internet optima y menos en garantizar elementos periféricos como el tamaño de nodos o equipamiento técnico, el Estado debe mirar indicadores de calidad como la velocidad de internet en sí. Adicionalmente, se deben priorizar proyectos de internet gratuito en plazas públicas o proyectos de accesos educativos digitales.
Estos proyectos TICs son muy importantes ya que agregan valor a los servicios que reciben los usuarios de estas tecnologías. Esto permite mejorar el nivel educativo de los escolares en la zona, generar plataformas de telesalud e implementar proyectos para mejorar la productividad de agricultores y ganaderos. De esta manera se estaría hablando de un crecimiento sostenible de la banda ancha en zonas rurales y remotas del país.
