Desde hace más de 40 años, L’Oréal se ha consolidado como pionera en el desarrollo de métodos alternativos a las pruebas en animales, demostrando un compromiso con una belleza ética y sostenible. Desde 1989, el grupo prohibió completamente el testeo en animales para sus productos, anticipándose 14 años a las exigencias regulatorias.
L’Oréal sigue revolucionando la industria con EPISKIN, su filial líder en ingeniería de tejidos, que ofrece alternativas avanzadas y confiables para la evaluación de la seguridad de productos cosméticos y otros sectores.
EPISKIN, con sedes en Francia, China y Brasil, se dedica a la reconstrucción de tejidos humanos, incluyendo la epidermis y la córnea, que replican las funciones naturales de la piel y los ojos. En Brasil, se ha convertido en un referente en América Latina, proporcionando modelos que permiten realizar pruebas in vitro sin la necesidad de recurrir a animales. Estas innovaciones no solo cumplen con los más altos estándares de seguridad, sino que también promueven un futuro más ético para la industria.
“El compromiso de L’Oréal con la eliminación del testeo en animales no es solo una política, sino una convicción profundamente arraigada en nuestra cultura de innovación. Con EPISKIN, hemos llevado esta visión más allá, creando tecnología que beneficia no solo a nuestra compañía, sino a toda la comunidad científica y a la sociedad en general”, afirmó Alberto Mario Rincón, director de L’Oréal Groupe para Centroamérica y la Región Andina (CERAN).
El proceso de reconstrucción de la epidermis humana realizado por EPISKIN comienza con fragmentos de piel donados durante cirugías plásticas, que luego son sometidos a rigurosos controles de seguridad biológica. Los queratinocitos, las principales células de la epidermis, son extraídos y cultivados en el laboratorio. En un periodo de 17 días, estos se multiplican para formar una estructura similar a la de la piel humana, proporcionando un modelo crucial para evaluar la seguridad de diversos productos e ingredientes, incluyendo pruebas de irritación cutánea y fototoxicidad.
Además, EPISKIN ha desarrollado un modelo innovador de córnea humana reconstruida, que se utiliza para evaluar la seguridad ocular de productos que entran en contacto con los ojos. Este avance ha sido validado por el Test de Irritación Ocular (OECD TG 492), ofreciendo una alternativa confiable y ética que reduce la necesidad de pruebas en animales.