Estudios recientes sostienen que la capacidad de atención de jóvenes entre 18 y 24 años es más corta que la de las generaciones anteriores. Así lo demuestra un estudio publicado por Yahoo y Omnicon OMD, que evidencia que la atención de la Generación Z es de 1,3 segundos, la más corta en comparación a otros grupos etáreos. Esta tendencia puede tener efectos negativos en su capacidad para aprender, concentrarse y desarrollar su creatividad.
Toulouse Lautrec, ha creado una herramienta que promueve la creatividad. Para lograrlo, se buscó empatizar con jóvenes y comprender qué actividades suelen hacer al estudiar y buscar concentrarse. “Hicimos una búsqueda de tendencias en el público y la gran mayoría solía escuchar música low fi (una mezcla de jazz y hip hop) o frecuencias binaurales (dos sonidos diferenciados, uno para cada oído) para mantener el foco. Este primer indicio conectó con estudios recientes de neurociencia, especialmente el desarrollado por Susan Reedijk, Anne Bolders, Lorenza Colzato y Bernhard Hommel, del Instituto de Leiden para el Cerebro y la Cognición de los Países Bajos. Es así, que tomamos la decisión de crear una herramienta sonora que potencie el pensamiento divergente y ayude a desbloquear la creatividad en todos”, nos comenta Carlos Campos, subdirector de innovación de Toulouse Lautrec.
Para crear la herramienta, se conformó un equipo multidisciplinario compuesto por el musicoterapeuta Erik Baumann, el productor musical Assad Sacin, un grupo de estudiantes voluntarios y el subdirector de innovación de Toulouse Lautrec Carlos Campos. El equipo decidió medir las frecuencias cerebrales de un estudiante, a través de un electroencefalograma, mientras resolvía un problema creativo en clase utilizando la Metodología Toulouse Thinking. La lectura del electroencefalograma se utilizó como partitura para crear un sonido novedoso.
Para poner a prueba InspiraSound, se realizó un estudio piloto que consistió en diseñar una misma clase a dos grupos de estudiantes (uno de control y otro experimental), a los cuales se les presentó un mismo reto utilizando los cuatro pasos de la metodología Toulouse Thinking (investigar, idear, desarrollar y transferir) con una sola diferencia: el grupo experimental fue estimulado por InspiraSound durante la etapa de ideación, mientras que el grupo control no tuvo ningún estímulo sonoro.
Los resultados fueron más que alentadores. El estudio piloto reveló que los estudiantes expuestos a InspiraSound fueron 35 % más propensos a desarrollar un pensamiento divergente, en comparación a los estudiantes que no tuvieron ningún estímulo sonoro. Además, el grupo estimulado con la herramienta sonora fue un 22.6 % más propenso a desarrollar un pensamiento fluido, flexible, capaz de generar propuestas novedosas y utilitarias.