En el Perú son muchas las compañías que están conscientes que el uso en la implementación de tecnologías permite impulsar la competitividad en el mundo de los negocios, mejorar la eficiencia de los procesos y reducir sus tiempos. Lo mismo ocurre con la industria manufacturera que cada vez más busca digitalizar sus tareas diarias y producir con mayor rapidez. Esto es determinante para un sector que viene al alza y que comprende aspectos económicos y sociales.
De acuerdo con un reporte del Ministerio de la Producción (PRODUCE) la industria manufacturera peruana ha dado un repunte significativo en mayo de 2024, mediante un aumento del 18.6% en comparación con el mismo mes del año anterior. Un resultado positivo para el país impulsado por el subsector primario, que experimentó un salto del 76.5%, es el caso de los productos pesqueros y refinación de petróleo y azúcar. También se mostró un notable aumento de la industria no primaria por la recuperación de las exportaciones textiles, madera y químicos.
Zebra Technologies, presentó su informe sobre “El Futuro de la Manufactura” en Latinoamérica, donde se resaltan los principales desafíos y obstáculos que presentan los tomadores de decisiones que definen la fábrica del futuro.
En esa línea, dicho estudio resaltó que, en el plano del aumento de la demanda tecnológica, el 86% de los tomadores de decisiones coinciden en que sus empresas tienen dificultades para seguir el acelerado ritmo de las innovaciones tecnológicas.
En la actualidad existe una gran conciencia de la necesidad digital en la industria manufacturera, ya que el informe señala que el 92% de los encuestados coinciden en que la transformación digital es una prioridad estratégica para los fabricantes.
“Para las compañías de la industria manufacturera, es crucial que se considere y se destine un presupuesto en innovaciones tecnológicas para la transformación de la planta de producción tradicional en una red inteligente y ágil preparada para satisfacer las demandas de la era digital”, comenta Ulrich Reiser, Country Manager de STG en Perú.
Aún hay un brecha para incorporar innovaciones de los tomadores de decisiones frente al negocio y que nacen de distintos factores, uno de ellos es el temor de caer en el error durante la planificación estratégica o la resistencia a la transformación: “cambiar los procesos genera incertidumbre, pero si una compañía quiere continuar vigente y competitiva tiene que asesorarse de terceros para lograr una sinergia adecuada entre la implementación y la concientización a los colaboradores en el uso de las tecnologías”, añade Reiser.
Para Sergio Maldonado, Channel Account Manager en Perú de Zebra Technologies, las nuevas tecnologías aún son incipientes, pero con mayor repunte a nivel local y regional: “así lo demuestra nuestro estudio, donde el 86% de los tomadores de decisiones admiten que les resulta difícil integrar de forma segura dispositivos, sensores y tecnologías para mejorar la visibilidad en sus instalaciones y en la cadena de suministros. Por otro lado, los tomadores de decisiones esperan grandes resultados en la automatización de la planta de producción, puesto que el 48% señala que considera importante la escalabilidad flexible para cumplir con la demanda fluctuante y un 47% quiere lograr la eficiencia y la productividad de los colaboradores”.
El informe también señaló que el 41% espera que la IA impulse el crecimiento del negocio mediante la mejora del desempeño, de los flujos de trabajo y del mantenimiento. En el sector logístico, se está incorporando el uso de la IA para inyectar capacidades muy significativas dentro de los almacenes: “urgen mejoras de trazabilidad, predicción y control para simplificar la labor de las personas y ubicarlos en tareas de mayor valor”.
En ese sentido, STG explica que los cinco pasos para una manufactura inteligente son:
1.- Mayor precisión y eficacia. En este punto es importante dotar al personal de herramientas de última generación que optimicen los procesos, con el uso de dispositivos móviles y wearables o “dispositivos vestibles”.
2.- Permitir la colaboración cohesiva. En este paso las empresas pueden reforzar sus labores con equipos modernos de comunicación, así como sistemas optimizados de gestión de tareas. Esto permitirá una mejor integración entre áreas, así como un aumento de la eficacia y flexibilidad.
3.-Alcance de la visibilidad operativa. Las compañías tendrán al alcance una supervisión total de sus activos, mientras que podrán realizar un seguimiento y análisis en tiempo real de sus inventarios. Con esta información mejorará la toma de decisiones en las operaciones de fabricación.
4.- Ejecutar estrategias proactivas. Tras la recolección de toda la información, las corporaciones pueden aprovechar los datos para anticipar las tendencias del mercado y mantenerse competitivas.
5.- Impulse la Innovación Continua. En el último paso, se busca nutrir un entorno de mejora progresiva, con avances tecnológicos a disposición. De esta manera, es importante que se apliquen herramientas de analítica para simplificar las operaciones, eliminar ineficiencias y reforzar la transparencia de la cadena de suministro.
La digitalización de las operaciones, la inversión en tecnología para mejorar la visibilidad y la trazabilidad de la cadena de suministros, la necesidad de tecnologías más inmersivas para respaldar los flujos de trabajo y la incorporación de la sustentabilidad, son los factores principales clave que definen la fábrica del futuro según los tomadores de decisiones.