En un entorno empresarial que avanza cada vez más hacia la digitalización, el uso de la firma electrónica no solo representa una ventaja, sino una necesidad para mantener la competitividad, ya que permite autenticar documentos de manera rápida y segura. Sin embargo, la ausencia de esta herramienta, reconocida legalmente en muchos países, incluido Perú, podría desencadenar una serie de problemas que impacten en la eficiencia, la seguridad y la rentabilidad de las empresas.
Cristián Navarrete, Gerente Comercial de Defontana Perú, señala que la firma electrónica es un recurso esencial, especialmente en el área contable y de recursos humanos, ya que facilita la firma de diversos documentos laborales, como contratos, adendas, permisos, liquidaciones, entre otros. Además, optimiza tiempos, reduce costos, centraliza la documentación y hace los procesos más transparentes.
Navarrete advierte que los documentos firmados manualmente son más susceptibles a manipulaciones, fraudes y pérdidas. “Sin una firma electrónica, garantizar la autenticidad de los documentos y la identidad de quienes los firman se convierte en un desafío. Por ello en el ecosistema tecnológico de Defontana ya existe un módulo para Firma Electrónica que permite suscribir, de forma remota, diferentes tipos de documentos comerciales y laborales. Todo mediante unos cuantos clics y cero riesgos de seguridad”, acotó el ejecutivo tras resaltar tres principales aportes de la firma electrónica:
Opción de firma desde el Smartphone. Permite validar documentos de manera sencilla y rápida desde cualquier lugar.
Acceso a los documentos desde cualquier plataforma. La posibilidad de acceder a los documentos desde cualquier dispositivo con conexión a Internet garantiza una gestión eficiente.
Seguridad y confidencialidad. La firma electrónica utiliza avanzados métodos de encriptación y autenticación que garantizan la integridad de los documentos firmados.
Es importante destacar que en un mundo donde las expectativas de los clientes giran en torno a la rapidez y la eficiencia, las empresas que no implementan firmas electrónicas corren el riesgo de quedar rezagadas frente a competidores que ya han adoptado soluciones digitales. La posibilidad de firmar documentos de manera inmediata y desde cualquier lugar del mundo mejora significativamente la experiencia del cliente, fidelizando y generando nuevas oportunidades de negocio.
“La falta de firma electrónica no es solo una cuestión de procedimientos obsoletos, sino un factor que afecta directamente la eficiencia operativa, la seguridad y la capacidad competitiva de una empresa. Implementar esta tecnología es más que una inversión en digitalización; es una estrategia crucial para adaptarse al entorno actual, reducir costos, mejorar la seguridad y ofrecer una experiencia más fluida a los clientes. Las organizaciones que sigan postergando su adopción corren el riesgo de quedar fuera de juego en un mercado cada vez más exigente y digitalizado”.