Las industrias vienen buscando adecuadas formas de administrar sus datos, esperando que los volúmenes de datos globales se dupliquen el 2026.
La misión Surface Water and Ocean Topography de la NASA, planea realizar el primer estudio global de las aguas superficiales de la Tierra para entender cómo el cambio climático viene afectando los océanos, lagos y arroyos. Según la NASA, los satélites utilizados en la misión SWOT enviarán un terabyte de datos sin procesar a la Tierra por día.
Para este tipo de misiones, los datos deben almacenarse de manera segura para soportar las realidades del espacio, a veces meses, y luego devolverse a la Tierra de manera accesible y disponible. Se dedican cantidades significativas de I+D, planificación y estrategia a misiones de esta magnitud, y cada pieza de tecnología enviada a órbita debe cumplir con requisitos únicos para tener éxito.
La forma en que estas tecnologías operan en el espacio ayuda a desarrollar y mejorar las tecnologías existentes que usamos todos los días. Las cámaras de los teléfonos inteligentes sustentadas en sensores CMOS, el mouse de la computadora, los auriculares inalámbricos y las lentes resistentes a los arañazos provienen de innovaciones relacionadas con el espacio.
Existen características importantes en función de las tecnologías desarrolladas para la exploración espacial, que pueden ayudar a mejorar los productos que usamos en la Tierra. El ambiente en el espacio es duro y diferente a todo lo que se encuentra en la Tierra. La tecnología requerida para viajar hacia el espacio debe soportar condiciones extremas, que presentan desafíos importantes.
En el despegue, los componentes electrónicos se mueven; reciben golpes violentos de vibraciones extremas. Luego, una vez en órbita, estos componentes electrónicos aún deben funcionar en medio de cambios térmicos extremos que varían mucho cada hora. Deben poder sobrevivir a la radiación espacial, que puede degradar la electrónica y afectar su funcionamiento general. También deben soportar partículas ionizantes y fenómenos espaciales aleatorios que pueden destruir microchips sensibles y volverlos inútiles. Esto hace que la tecnología espacial confiable sea de misión crítica. La confiabilidad comienza en la fase de diseño y desarrollo del producto, y debe integrarse en cada componente de la misión. Hoy en día, los equipos de desarrollo de productos han tomado algunos de estos aprendizajes, lo que ha dado como resultado productos de almacenamiento de datos como flash y SDD, diseñados para ser de «grado espacial» o «resistentes a la radiación».
Muchos productos cotidianos se han beneficiado enormemente de la confiabilidad desde el espacio, desde piezas de automóviles hasta utensilios de cocina que soportan altas temperaturas y dispositivos electrónicos comunes diseñados para ser confiables y funcionales en casos de uso extremo.
Los ingenieros de almacenamiento de todo el mundo vienen ajustando su enfoque de diseño en función de las empresas que trabajan en la exploración espacial. Los ingenieros priorizan la confiabilidad y diseñan productos de almacenamiento de datos utilizando métodos de última generación garantizando un alto rendimiento y bajo voltaje para superar diversas limitaciones.
Si las tecnologías de datos terrestres enfrentan diferentes desafíos, la necesidad general de mejorar la confiabilidad en el espacio permite una tecnología de almacenamiento de datos más resistente para su uso en la Tierra.