El arte generado por IA ha ganado enorme popularidad en los últimos años. Hoy en día, no es necesario ser un artista experto para crear obras de arte: los no artistas pueden ingresar fácilmente un mensaje de texto en un generador de texto a imagen. Con solo hacer clic en un botón, genera una obra maestra en segundos o minutos.
Esto permite a las personas generar y publicar más obras de arte de las que se sabe que tienen habilidades, lo que genera entusiasmo y controversia. Los defensores del arte generado por IA argumentan que abre nuevas posibilidades y amplía la definición de lo que puede ser el arte. Sin embargo, los críticos se muestran escépticos ante el revuelo y algunos creen que la IA produce arte de mala calidad.
Las obras de arte generadas por IA han sido acusadas de carecer de creatividad y profundidad artística. También existe la preocupación por la infracción de los derechos de autor, y algunos incluso perciben este tipo de arte como una devaluación del talento humano.
Los marcos legales aún están evolucionando para seguir el ritmo de los avances en la tecnología de IA, particularmente el espacio de IA generativa, que ha hecho posible crear arte complejo, abstracto o fotorrealista utilizando indicaciones de texto.
Las legalidades del uso de arte generado por IA pueden variar según la jurisdicción y las circunstancias específicas. Se han planteado preocupaciones sobre las implicaciones éticas del arte generado por IA, especialmente en relación con quién posee los derechos de autor de las obras de arte generadas por IA. ¿Es el artista que creó el mensaje, el algoritmo de IA o la empresa que desarrolló la IA?
Esta cuestión se vuelve aún más complicada cuando la IA se entrena con obras protegidas por derechos de autor o utiliza imágenes existentes como base para generar otras nuevas. Esto ha provocado muchos casos legales, ya que los artistas y las empresas se apresuran a proteger sus derechos sobre sus activos digitales.
Un ejemplo notable, es la demanda de Getty Images contra Stability AI, que fue acusada de haber «copiado y procesado ilegalmente millones de imágenes protegidas por derechos de autor y los metadatos asociados propiedad de Getty Images o representados por ella». Aunque se trata de una cuestión de licencia, el hecho de que Getty Images esté demandando a Stability AI muestra cuán grave puede ser el caso de infracción de derechos de autor por obras de arte generadas por IA.
Diferentes países tienen diferentes leyes e interpretaciones con respecto a los derechos de autor y la propiedad intelectual. Por ejemplo, Estados Unidos considera que el arte generado por IA es el resultado de una máquina y no es elegible para la protección de derechos de autor, según los estándares federales de derechos de autor establecidos por el Registro de Derechos de Autor. El fallo exige la “autoría humana” para que una obra de arte sea considerada a efectos de derechos de autor.
El uso del arte con IA generalmente es legal a menos que infrinja los derechos de autor o de propiedad intelectual de otra persona. Para evitar complicaciones legales al utilizar herramientas generadoras de arte con IA, se recomienda evitar herramientas que utilicen material con derechos de autor para sus datos de entrenamiento. Algunos generadores de arte con IA, como Deep AI, indican en sus términos de servicio si sus herramientas están libres de derechos de autor.
Por otro lado, Spawning AI lanzó recientemente una herramienta llamada Have I Been Trained. La herramienta permite a los artistas comprobar si sus obras se utilizaron para entrenar modelos como Stable Diffusion e Imagen y marcarlas para su eliminación.
Debido a preocupaciones sobre los derechos de autor, algunas organizaciones han tomado medidas para prohibir el uso de arte generado por IA. Por ejemplo, Getty Images ha prohibido la carga y venta de ilustraciones generadas con herramientas artísticas de inteligencia artificial como DALL-E, Midjourney y Stable Diffusion.
“El arte con IA ahora está PROHIBIDO por muchos de los principales estudios de desarrollo de juegos debido a ‘posibles problemas legales de derechos de autor’”, señaló Trent Kaniuga, diseñador y artista de videojuegos profesional, en X (anteriormente Twitter). «Muchos clientes antiguos están modificando contratos recientemente para poner fin al uso del arte de IA».
Nature, una revista científica, también anunció en junio de 2023 que no publicará imágenes ni vídeos creados con herramientas de inteligencia artificial generativa.
Los artistas pueden tener varias razones para desconfiar o desaprobar el arte generado por IA. El escepticismo y la resistencia hacia el arte con IA surgen del deseo de los artistas de proteger y preservar la integridad, la autenticidad y el espíritu creativo que hacen del arte un esfuerzo profundamente humano.
A los artistas les preocupa que la facilidad con la que se puede crear y compartir el arte generado por IA pueda llevar a una sobresaturación de obras de arte mediocres, lo que dificultará que los artistas expertos se destaquen y se ganen la vida. Los artistas se enorgullecen de su capacidad para expresarse, aprovechar las emociones y crear obras de arte únicas y personales. La idea de que una IA pueda replicar o imitar estas habilidades, disminuyendo potencialmente el valor de los esfuerzos artísticos y el proceso artístico, puede percibirse como una amenaza a su identidad profesional.
Además, los artistas creen que la esencia del arte reside en el toque humano, las emociones y la interpretación subjetiva. Muchos artistas consideran que el arte generado por IA carece de la profundidad, la complejidad y la narración de la imaginación y la intuición humanas.
La controversia en torno al arte generado por IA surge de preocupaciones sobre la creatividad, la originalidad, los derechos de autor y el impacto en el mercado del arte. Hay varias obras de arte de IA controvertidas que han ganado popularidad en los últimos tiempos.
