En el entorno digital actual, donde las interacciones en línea están en auge, la prevención del fraude cibernético se ha convertido en un punto esencial para las empresas de todo el mundo. El estudio “Data Breach Forecast” de Experian reveló que las filtraciones de datos cada vez son más frecuentes y no tienen fronteras, sobre todo por la sofisticación de la tecnología actual, que ha permitido mejorar las tácticas de filtración.
“La evolución de la ciberdelincuencia en los últimos años ha motivado a las empresas a mejorar continuamente sus defensas. Adoptar estrategias proactivas es fundamental para proteger datos y operaciones, lo que fortalece la seguridad y la confianza de los consumidores”, afirmó Omar Azcona, Presales Specialist de Experian Spanish Latam.
Protegiendo adecuadamente sus sistemas, las empresas no solo evitan pérdidas financieras, sino que también aseguran la confianza de sus clientes, lo que refuerza su reputación y asegura su crecimiento a largo plazo.
Además de representar un reto considerable, los esquemas de fraude de primera y tercera parte también abren oportunidades para que las empresas refuercen sus sistemas de seguridad. En el fraude de primera parte, los individuos utilizan sus propias identidades para llevar a cabo engaños, mientras que en el fraude de tercera parte se emplean identidades robadas o sintéticas. «Estos desafíos pueden ser abordados eficazmente con un enfoque de seguridad integral que combine tecnología avanzada y procesos sólidos”, agregó Azcona.
Al implementar estas medidas, las empresas no solo se protegen mejor, sino que también fortalecen su capacidad para detectar y mitigar fraudes antes de que causen daños significativos.
Por eso, pensando en la seguridad de las empresas peruanas y la urgencia de adoptar medidas de ciberseguridad más robustas y efectivas en todas las industrias nacionales, Experian plantea algunas estrategias que pueden prevenir este delito:
1.- La implementación de medidas de seguridad de última generación, como el uso de firewalls avanzados, sistemas de cifrado robustos y plataformas de detección de intrusiones pueden hacer la diferencia. La inversión en tecnologías de ciberseguridad es esencial para salvaguardar los activos digitales contra amenazas externas.
2.- La educación continua de los empleados también juega un papel crucial en la defensa cibernética. Los errores humanos son a menudo el eslabón más débil en la cadena de seguridad, por lo que capacitar a los empleados para que reconozcan intentos de phishing y adopten prácticas seguras puede marcar la diferencia entre un sistema vulnerable y uno protegido.
3.- Otra estrategia vital es el análisis y la supervisión constante de los datos. Aprovechando algoritmos de aprendizaje automático, correlación entre los datos, las empresas pueden detectar patrones sospechosos y anomalías que indiquen actividad fraudulenta en tiempo real. Esto permite una respuesta rápida y efectiva ante posibles amenazas.
Experian destaca la importancia de fortalecer los protocolos de autenticación mediante la implementación de mecanismos de autenticación multifactor, que verifican la identidad de los usuarios y evitan el acceso no autorizado a sistemas e información confidencial.
Finalmente, en cuanto a la colaboración interindustrial, la recomendación es que las empresas compartan inteligencia sobre amenazas y mejores prácticas con otros actores del sector. “La ciberseguridad es un esfuerzo colectivo, y solo trabajando juntos podremos mantenernos un paso adelante de los delincuentes y construir un entorno digital más seguro para todos”.