La transformación digital del sector financiero en Perú es una realidad. Marilea Saldarriaga, Country Manager de FLOW Pagos Perú, brindó estas declaraciones exclusivas a esta sección de Expreso, sobre el panorama de cómo los pagos digitales están revolucionando la forma en que los peruanos realizan transacciones. Además, se explorarán las ventajas, seguridad y oportunidades que ofrecen estas soluciones.
«El panorama de los pagos digitales en Perú está en constante evolución», afirma Saldarriaga. «Desde FLOW Pagos, vemos un creciente interés por soluciones omnicanal que permitan a los usuarios realizar transacciones de forma fácil, segura y rápida, sin importar dónde se encuentren o el medio de pago que usen. Nuestro enfoque está en ofrecer soluciones flexibles y personalizadas para satisfacer las necesidades de cada sector y cada tipo de usuario, desde el comercio electrónico hasta el retail tradicional».
La conveniencia, seguridad y accesibilidad son las claves del éxito de los pagos digitales. Realizar transacciones desde cualquier lugar y en cualquier momento, sin necesidad de efectivo o de acudir a un banco, es un atractivo irresistible para los consumidores. Nosotros nos aseguramos de que la seguridad sea una prioridad absoluta, utilizando tecnología de punta para proteger la información sensible de sus usuarios. En el caso de FLOW, contamos con la certificación PCI-DSS nivel 1, un estándar de seguridad de datos extremadamente riguroso que solo poseen las instituciones financieras más importantes de la región.
Saldarriaga destaca la importancia de los pagos digitales en la inclusión financiera: «Creemos que la expansión de los pagos digitales tiene un gran potencial para impulsar la inclusión financiera en Perú. Al brindar acceso a servicios financieros a través de dispositivos móviles y plataformas digitales, facilitamos la participación de más personas en el sistema financiero formal, tanto para comercios como para usuarios». El futuro de los pagos digitales en Perú es prometedor. Se espera un crecimiento exponencial en el uso de tecnologías como los pagos sin contacto, los pagos biométricos y la expansión de billeteras digitales.