En un hito sin precedentes para la medicina peruana, la Clínica internacional presentó Da Vinci, el sistema quirúrgico más innovador y reconocido a nivel mundial por su precisión y eficacia, que ayudará a miles pacientes que requieren procedimientos quirúrgicos de alta complejidad en áreas como la cirugía de cáncer, urología, ginecología, cirugía general, entre otras especialidades.
La introducción de la cirugía robótica en el Perú representa un avance significativo que transformará la práctica quirúrgica, ubicando a nuestro país, a la par de la mejor medicina internacional, ayudando a mejorar la calidad de vida de los pacientes. El sistema Da Vinci, desarrollado por Intuitive Surgical, ha realizado más de 12 millones de procedimientos en todo el mundo, estableciéndose como un referente en la cirugía asistida por robot.
Da Vinci es el instrumento quirúrgico más sofisticado existente. Es un robot que obedece al cirujano a la vez que aumenta su capacidad para operar con precisión y destreza, reduciendo el temblor y proporcionando una visión excepcionalmente clara de la anatomía del paciente.
El cirujano opera desde una consola manipulando los mandos del robot y obteniendo una visión tridimensional del interior del paciente. En esta consola es posible visualizar simultáneamente las pruebas de imagen que se realizaron antes de la cirugía, o la localización de las biopsias que resultaron positivas para ayudar al cirujano a comprender mejor la anatomía de un tumor mientras opera. La consola permite también utilizar un sistema de fluorescencia que ayuda al cirujano a localizar los vasos sanguíneos, permitiendo reducir el sangrado durante las operaciones.
El cirujano visualiza el interior del paciente en tres dimensiones, como si estuviera dentro, gracias a un sistema de visualización estereoscópico de alta definición que permite ampliar la imagen para poder visualizar la anatomía microscópica cuando es necesario.
Las bondades de la cirugía robótica son:
1. Mayor precisión en los procedimientos quirúrgicos.
2. Incisiones más pequeñas y cicatrices menos visibles.
3. Menor pérdida de sangre durante la intervención.
4. Recuperación más rápida para los pacientes.
5. Posibilidad de realizar cirugías complejas de forma menos invasiva.
6. Visión tridimensional detallada de la zona quirúrgica.
7. Reducción en el riesgo de complicaciones postoperatorias.