La inseguridad ciudadana continúa siendo uno de los principales problemas para el país. Por esto, tanto familias como emprendedores apuestan por sistemas de seguridad que les permitan proteger sus objetos de valor y la integridad de sus seres queridos.
Delitos como el robo y la extorsión son los que han ubicado a Perú como el sexto país con mayor criminalidad en Sudamérica, según el Índice Global del Crimen Organizado 2023. El aumento de la inseguridad se reflejó también en los más de 12 mil bodegueros que fueron reportados como víctimas de amenazas y extorsiones durante el año pasado. Según la Asociación de Bodegueros del Perú la cantidad de denuncias por extorsión se ha intensificado durante los primeros meses del 2024.
Según Cielo Zavaleta, directora de Operaciones de Verisure Perú, “El escenario complejo en el que vivimos ha provocado un incremento significativo en la demanda de seguridad, pues ya no sentimos la necesidad de protegernos únicamente en las calles, sino también en nuestras propias viviendas. Según nuestro Barómetro de Seguridad más del 50% de los peruanos se sienten intranquilos al salir a hacer sus actividades diarias y dejar sus hogares sin supervisión”.
Una de las innovaciones que se presenta como opción para la seguridad de estancias solitarias es ZeroVision. Su funcionamiento es simple, al detectar una situación anómala, los expertos de su Central Receptora de Alarmas (CRA) reciben una alerta de forma remota. El siguiente paso es confirmar si se trata de una intrusión y, de ser el caso, activan ZeroVision que empieza a llenar el ambiente de un humo denso, no tóxico, complicando la visibilidad con el objetivo de disuadir el robo. Se trata de un elemento de disuasión único pues da la oportunidad de actuar durante la intrusión. Desde la CRA un experto se encarga de activar ZeroVision, al momento de comprobar la intrusión, y a la par inicia el protocolo de seguridad para alertar a las autoridades correspondientes. Hace poco más de 3 años que se oficializó su lanzamiento en nuestro país y sin embargo no pierde vigencia: en los últimos 6 meses se ha duplicado la cantidad de domicilios que cuentan con este servicio.